jueves, 4 de diciembre de 2014

Principio de respeto a las personas y a la comunidad.

En palabras Kantianas, las personas son fines en sí mismos, ninguna persona puede ser tratada como objeto o moneda de cambio, no puede ser instrumentalizada. Las personas disponemos de desigualdad como característica básica de seres humanos por ser capaces de elaborar nuestros propias leyes y autorealizarnos.

En contraposición formamos parte de una cultura que abarca nuestra posición en aquello con tendencia a considerar a personas como seres incapaces, débiles y carentes de autonomía, asegurando al cliente con  un instrumento cuya obligación es obedecer y reproducir mandatos fomentando la dependencia de la gente hacia los profesionales, asilándose de su comunidad.  Por ello, y buscando huir de esta situación será necesaria la creación de programas y estrategias específicas haciendo partícipe al ciudadano y a la comunidad definiendo junto las metas, necesidades, problemas y ayuda dónde el profesional promueva salud y facilite recursos a dicha comunidad.

Reflexión
"Lo que nos referimos con este principio  es que las personas no solo somos figuras con determinada flexibilidad y menos figura de cambio, sino que debemos participar en formar personas independientes y con ideales propios. Por ejemplo, a la hora de indicar a un atleta la realización de determinado ejercicio acompañar con una aclaración del por qué  de ese ejercicio y no otro. Formar al atleta a tener una teoría sobre lo que está haciendo y no basarse solo en obedecer las ordenes del profesional. Debemos promocionar las actividades relacionadas con el trato personal, teniendo en cuenta la moralidad de esa persona. Se debe implantar un clima de aprendizaje, con deseo de instruirse y que ellos mismos sean capaces a su vez de seguir los conocimientos, y no solo basarse en la imposición de conocimientos y obediencia de los mismos."

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